Cierre de cárceles sin planificación es la causa del hacinamiento en calabozos policiales

Cierre de cárceles sin planificación es la causa del hacinamiento en calabozos policiales

Elisio Guzmán

 

El hacinamiento existente hoy por hoy en los calabozos policiales es para el director presidente de la Policía de Miranda, Elisio Guzmán, una de las principales consecuencias de cerrar cárceles sin abrir nuevos recintos penitenciarios, es decir, sin tener la debida planificación.





Nota de prensa 

En entrevista concedida al equipo de Prensa Unidad Venezuela, el comisario general lamentó que las autoridades gubernamentales no planifiquen los presupuestos para resolver el problema que existe en el sector penitenciario. “Más bien se planifica una propaganda para manejar el problema y no los proyectos que se deberían hacer para que los presos sean llevados a una especie de escuela fuerte que sea capaz de corregir las conductas desviadas que los llevaron a esa situación… Son venezolanos, no son marcianos, son venezolanos que en algún momento faltaron a la norma y hay que volverlos a llevar a que sean unos individuos socialmente responsable ¿Pero cómo hacemos eso si los tenemos hacinados en las policías?”, dijo.

En este sentido, manifestó que pareciera que el dinero que destinada el Estado central para manejar el problema carcelario “está en otro lado”. “No vemos que se haya desarrollado al contrario vemos que se han cerrado cárceles y esa es una de las causas por la que tenemos este hacinamiento, porque no hay donde enviarlos… y el dinero que tienen para construir las cárceles pareciera que ya no está”, aseguró.

117 detenidos más

Explicó que en la actualidad en los calabozos de la Policía de Miranda, cuya capacidad es para  140 detenidos, se encuentran 257, es decir, hay 117 más de lo que señalan las normas.

Destacó que otro factor que agrava la situación en los calabozos policiales es el retraso procesal.  Sobre el particular recordó que lo máximo, según la ley, que una persona detenida debe estar detenida en esos recintos son 72 horas. Sin embargo, ese no se cumple. “Acá hay individuos que los tengo detenidos por cantidad de días. Tengo uno que tiene 196 días, otro con 77, tengo uno con 856 días detenido… Más allá de las 72 horas no debería existir un individuo detenido en un calabozo policial. Los calabozos policiales no tienen las capacidades que tienen los de cumplimiento de pena”, precisó.

Insistió en que cuando se tomó la decisión de cerrar centros penitenciarios no hubo una planificación previa para ver dónde iban a ir sus detenidos. “Si aquí no se toma en consideración la realidad de lo que está ocurriendo y pensamos que con propaganda resolvemos, pues pasan cosas como las que están pasando”, ratificó Guzmán al equipo de Prensa Unidad Venezuela.

El comisario general manifestó que el hacinamiento trae una serie de inconvenientes como enfermedades. Mencionó que en algunos calabozos se han registrado casos de tuberculosis, la cual según dijo es la enfermedad del hambre y estaba desaparecida del país.

En los calabozos de la policía que dirige hay dos detenidos enfermos, no por tuberculosis. Uno de ellos pudo ser trasladado a un centro asistencial, pero el otro permanece en el lugar, porque no hay cupo en los hospitales.

“No hay manera de dar tratamiento. Además de eso ninguna de las sustancias medicinales, de los fármacos, que se requieren para curarlos existen en el país en este momento y como no existen los precios han aumentado a niveles que las familias no los pueden comprar. Yo no puedo suministrarle medicamentos a ninguno de ellos, más allá de analgésico o el traslado rápido a un hospital”, manifestó.

Clamor permanente

Guzmán  afirmó que hay un clamor permanente de los familiares de los presos para que sean trasladados con la celeridad que la ley establece, porque al estar detenidos en los calabozos sus juicios están inmovilizados también.

Esa situación lleva a otra: la alimentación de los presos. Sobre ese tema, el comisario general aseguró que “no hay forma de que los familiares puedan comprar los alimentos en la calle”.

Además de eso, el hacimiento trae riñas e intentos de fuga. “Las cosas que ocurren dentro de los penales, es un submundo muy difícil de manejar hay que dedicarle tiempo, espacio y conocimiento para poder hacer eso”, expresó.