La sentencia del TSJ declarando inadmisible la solicitud de reanudar la recolección del 20% de las firmas para convocar el referéndum revocatorio en 2016 no debe sorprendernos. Por el contrario, debe animarnos a responder con contundencia.
Haberla aprobado un día antes de la segunda reunión formal de la
mesa de diálogo es una simple operación política de zanahoria (supuesta elecciones generales) y rejo (sentencia contra el 20%) dirigida a reafirmar la idea, comprada tontamente por muchos dirigentes opositores, de que el revocatorio estaría muerto y no habría nada que hacer al respecto salvo seguir manguareando en un interminable diálogo.
A Maduro le aterra la sola idea de pensar en millones y millones de venezolanos haciendo cola no para conseguir alimentos sino para firmar en su contra, demandando que se vaya, por esa razón ha insistido en centrar su política contra el revocatorio del cual no tiene escapatoria.
La reciente declaración de Henrique Capriles, flanqueado por Borges y Guanipa (destacar el detalle no es ocioso), exigiendo el revocatorio y anunciando un próximo plan al respecto que sería dado a conocer en los días venideros debe haber puesto muy nervioso al tío de los narcosobrinos.
¿Cómo responder entonces a la arrogancia autoritaria del régimen? Sencillo. Retomando el camino del revocatorio con más fuerza. Con pasos firmes y precisos. Unitarios. Con la verdad y el coraje por delante. Con el deseo de marchar seguro hacia la conquista de la libertad.
Primero, anunciando que el revocatorio va en 2016 porque es un derecho consagrado en la el artículo 72 de la Constitución, que además nos provee de los artículos 333 y 350 que nos ordenan desconocer a quien niega nuestro derecho y nos autoriza a ejercerlo.
Segundo, procediendo a destituir (vía AN) a los 3 rectores del CNE, designados por omisión legislativa en diciembre de 2015 y nombrando los nuevos conforme a la Constitución y la ley; además de designar desde ya a los dos rectores cuyo período vence el 4 de diciembre próximo, que deben asumir de inmediato.
Tercero, que los 3 primeros rectores, una vez designados convoquen a la brevedad la recolección del 20% de las firmas en tres días.
Cuarto, confirmado el número de firmas necesarias se convoque al acto de votación del revocatorio. Hay tiempo para todo ello y si bloquean los recursos se harán manuales ambos procesos y apoyado en los ciudadanos.
Hay que hablarle con la verdad a la gente y decirle también que el régimen seguro desconocerá ese proceso revocatorio. Pero no podrá impedirlo, ni tampoco ocultar el enorme éxito político de tan novedosa e inédita experiencia porque esa demostración de movilización y organización de la voluntad soberana será pública y notoria, además de constitucional, democrática, electoral y pacífica. Esto es calle pura y dura, pero organizada con un objetivo central: salir del principal obstáculo para reconstruir la democracia venezolana y reencontrar la senda del progreso, la modernidad y el bienestar para todos.
PD: Será un mensaje demasiado poderoso al interior de los fundamentos democráticos que existen en el pueblo chavista, que lo diferencia de la cúpula incapaz y ladrona; así como hacía la fibra institucional que recorre la mayor parte de la Fuerza Armada Nacional.
Otrosí: A mis amigos del G-4, recuerden siempre las hermosas y corajudas palabras del Papa Juan Pablo II: “No tengáis miedo a la verdad de vosotros mismos”, confíen en su fuerza y en la del pueblo para combatir el mal que nosotros mismos hemos creado.