La crisis en la cotidianidad por @lmesculpi

La crisis en la cotidianidad por @lmesculpi

thumbnailluismanuelesculpiCon alguna periodicidad tengo que acudir a oficinas de Corpocapital a realizar diversos trámites. Esta vez la señorita que en anterior oportunidad cuando llegué a cinco para las doce – no de la noche de un treinta y uno de diciembre- me dijo: ” regrese a la tarde, porque ya va a ser mi hora de almuerzo” atendió mi requerimiento con amabilidad inusual. Pensé que tal disposición se debía a la posible asignación de una bolsa CLAP, subrepticiamente distribuidas en el sótano la noche anterior; para empleados de algunas instituciones públicas.

Entre tanto de manera intempestiva y casual ingresa a la oficina una señora bien trajeada, contrasta la vestimenta con los zapatos de goma deportivos que calza, pregunta en alta voz dónde queda el comando contra la guerra económica de la regional Capital. Las personas que atienden al público no comprenden la pregunta, entonces se dirige a otra empleada diciendo: “¿ no te acuerdas de mí ? Trabajamos juntas en el ministerio. Quiero denunciar que las bolsas del CLAP en San Antonio de los Altos solo la distribuyen entre militantes del PSUV, yo no soy militante pero estoy contra la guerra económica que nos tiene la derecha”.

Una dama esperando ser atendida comenta con sorpresa: ” hay gente que aún se cree el cuento de la guerra económica”…me retiro con la duda de si la señora de San Antonio se ubica en el reducido porcentaje registrado en las encuestas que asumen el discurso gubernamental o si su molestia la ocasiona la distribución discriminatoria de las fulanas bolsas.





Al ser atendido rápidamente y con amabilidad empezaba bien la mañana dedicada a diligenciar tediosas solicitudes administrativas. A continuación me dirijo a la sucursal del banco para intentar resolver un requerimiento que me permita entrar a su página de Internet. Mientras aguardo para ser llamado me siento al lado de un conocido, dueño de un prestigioso restaurant, después del intercambio de saludos, comentó que según referencias dentro de las dificultades que confrontan los negocios del ramo, su establecimiento ha logrado conservar parcialmente su clientela tradicional. Responde relatando todas las penurias que sufre para pagar nómina, conseguir productos e intentar mantener un nivel de precios accesibles a su público tradicional. Enumera la cantidad de locales semejantes que se han visto obligados a cerrar debido a la crisis del sector.

Recordé el caso del conocido restaurant mejicano ubicado en un centro comercial que ha recurrido al trueque para intentar mantener la diversidad de su carta, ahora está canjeando cuatro paquetes de harina pan por un plato mixto, hace días solicitaban caraotas rojas. La economía del mal llamado socialismo del siglo XXI en pleno desarrollo puso de moda esa forma prehistórica de intercambio.

Salgo del banco voy por el segundo café de la mañana a encontrarme con un compañero en una céntrico local d el pasaje zingg, durante el trayecto observo muchos locales cerrados, unos anuncian mudanza, otros se están vendiendo. El amigo me espera a las puertas, comentó mis impresiones y me responde: “eso no es nada, una gran cantidad de negocios en pleno centro de Caracas se encuentran en igual situación”.
Las vivencias en pocas horas de una mañana ilustran lo que en numerosas conferencias, charlas y reuniones diagnostican nuestros economistas. Las diversas facetas de la crisis se manifiestan permanente y cotidianamente.Resultado del un modelo que ha fracasado estrepitosamente en todos los lugares donde se ha pretendido implantar.

La superación de la crisis económica y social solo es posible mediante el cambio político. Esta semana será decisiva por la definición de la fecha y las condiciones del referéndum. Esa es la alternativa constitucional más próxima para producir el cambio que la mayoría reclama. Concentrar los esfuerzos en la realización del revocatorio este año ha sido acertado. Hay que mantenerse alertas y movilizados frente a las eventuales maniobras del gobierno a través del CNE para obstaculizar nuestro objetivo. La perseverancia y la unidad constituyen pilares fundamentales para cumplir nuestra misión. Ese es un compromiso verdaderamente trascendente e histórico.