Pólizas de carros y de salud: las primeras no ruedan y las segundas enferman

Pólizas de carros y de salud: las primeras no ruedan y las segundas enferman

Manuel González

No hay área en el devenir de los venezolanos que no haya sido afectada por la crisis que atraviesa el país: amén de los consabidos altos costos de alimentación y fármacos, junto con el sector entretenimiento, desde los partos hasta los servicios funerarios. Una de tales prioridades corresponde a los seguros – caso notorio, el de vehículos -, mercado deprimido como todos los del sector de bienes y servicios.

Nota de prensa

Como un cuero seco, que al pisarlo por un lado se levanta por el otro, los exiguos ingresos del contratante de la póliza lo obligan a optar por el rubro de salud, sacrificando el de automóviles, por ejemplo; y eso sin contar con el de vida; hospitalización, cirugía y maternidad (HCM); de vivienda o de inmuebles, por citar los más representativos.





“Hoy en día es prohibitivo contratar un seguro porque si tu consigues dinero ahora es para comer”, manifestó Manuel González, al ser consultado este martes, por Prensa Unidad Venezuela, en predios del municipio Chacao.
“El seguro es un mal necesario. Me atrevo a apostar que la mayoría de los venezolanos no está asegurando el carro, y si lo tienen asegurado es por responsabilidad civil vehicular, pues lo exige la ley”, dijo a nuestro equipo periodístico mientras transitaba por la avenida Francisco de Miranda.

En la misma jurisdicción mirandina, Jorge Cordero, comerciante de profesión, convalidó tal opinión. “Con lo que estamos viviendo los seguros son muy altos: por un carro nuevo piden demasiado por la póliza. Yo lo aseguro pero solo en lo que respecta a RCV. Los transportistas sufren un riesgo grave porque lo único que cubre ese instrumento es daños a terceros, debiendo pagar ellos el resto”, manifestó.

“Al mal tiempo buena cara”, agregó, como para darse ánimo en medio del tiempo crítico que nos envuelve.
Por su parte, la señora Elba Messinger, funcionaria abordada en la parroquia Candelaria, en Libertador, sugirió que el sector público debe estar al día con los pagos oportunos a las empresas aseguradoras, para evitar inconvenientes a la hora de solicitar los reintegros de medicinas o gastos médicos.

“Muchos ancianos usamos la póliza mayormente para las medicinas y uno se ve obligado a buscar el dinero para cancelarla. Es culpa de este gobierno que no quiere darse cuenta de lo mal que estamos: lo primero que hay que hacer es que las autoridades se sienten con las aseguradoras y hablen qué es lo que pasa realmente, que les den las divisas, no que mientan, pues ellos firman pero no dan la plata para cubrir el costo de la prima”, reclamó la dama.

Ni con “seguro” se cuenta a plenitud

Víctor Gómez, corredor de seguros, informó que este año ha sido bastante complicado porque las pólizas han tenido un notable incremento, repercutiendo en su renovación. Sostiene que los clientes que tenían seguro de carros y de salud han tenido que dejar de renovar el de vehículos por dicho motivo.
“En este particular, de las tres flotas de vehículos que tenía la compañía en la cual trabajo, dos renovaron los contratos bajo la figura de responsabilidad sobre terceros, exigida, como se sabe, por ley; y la otra cesó la contratación”.

“Las pólizas de vehículo han aumentado muchísimo: no es ni siquiera el doble ni el triple, sino que se incrementaron cuatro, cinco, seis veces, dependiendo del vehículo. Además, hay tomar en cuenta que no se compensa la suma asegurada”, apuntó.

Citó una verbigracia reciente: “un señor tuvo un accidente hace como seis meses, y tenía asegurada la unidad desde hacía unos dos meses. Me dijo ‘no puedo pagar’; me pidió cotizaciones, ‘no puedo pagar ninguna’. En fin, a los tres meses tuvo un accidente y el carro se halla hoy en el estacionamiento del edificio. Es decir, parado, porque la reparación ya se la están calculando en tres millones. ¿Y de dónde saco yo tres millones?, se pregunta él”, explicó el conocedor.

“Se trata de repuestos, de pintura; por lo menos, ese es un caso, y estoy seguro que eso es lo que le pasa a muchísima gente ahorita. ¿Quién paga en este momento tres o cuatro millones de bolívares en un taller?”, formuló la interrogante.

Finalmente, en relación con los seguros de salud, se refirió a una fémina – de 32 años, con un hijo – que el año pasado pagó 50 mil bolívares, pero que en este 2016 la cuota anual se le incrementó a alrededor de 150 mil. “Es decir, se triplicó la prima. Es una mujer de clase media, tiene una venta de pastelitos, quien, por mucho, no le da para poder mantener la póliza y simplemente la anula, quedando desprotegida en la parte de salud”, detalló, en una circunstancia que pese a ser particular refleja el vía crucis de innumerables venezolanos.