Pedro Castro Guillén: Venezuela, una interpretación del caos

Pedro Castro Guillén: Venezuela, una interpretación del caos

thumbnailpedrocastroNo cabe la menor duda que Venezuela vive una vorágine de eventos que se suceden y se amontonan a una velocidad alucinante, así tenemos como junto a la hiperinflación en proceso conviven la escasez de alimentos, medicinas y materias primas, en medio de la destrucción de la economía productiva y de la desintegración de la infraestructura física del país; al mismo tiempo, en el plano social vemos un incremento vertiginoso de la pobreza junto con una aceleración del  crecimiento de la criminalidad con ingredientes inéditos como son los enfrentamientos de banda y megabandas que han tomado barrios enteros de la ciudades con las fuerzas policiales o que combaten sangrientamente entre ellas. Cómo interpretar semejante y complejo cuadro sin caer en la trampa de quedar atrapado en la maraña de detalles que lo componen. Cómo poder comprender una situación tan disparatada que nos produce la sensación de no tener salida porque el caos nos devora.

Poniendo orden en el cumulo de acontecimiento bajo una explicación que dé cuenta del caos que sufre el país. No me cabe la menor en afirmar, que a lo que estamos asistiendo los venezolanos es a un proceso de desintegración acelerada del Estado, marcada por la licuefacción de la economía cuyo indicador más emblemático, porque resume el estado general de la economía, es que los pronósticos de inflación para el 2016 están por encima del 700%. Pero, tan importante como lo anterior, está el hecho de que el Estado perdió el monopolio del ejercicio legítimo de la fuerza para compartirlo con bandas y mega bandas como los: PRANES, Colectivos, que han sido armados por el régimen y que hoy están fuera de control. A esto se suma la virtual suspensión del Estado de derecho por el enfrentamiento entre el Poder Legislativo y el Poder Judicial, directamente promovido por el Poder Ejecutivo, lo que deja en el limbo todo el sistema constitucional.

El régimen castro-comunista, pretende eternizarse en el poder sin darse cuenta que no puede destruir todas las bases institucionales del país sin simultáneamente pulverizar sus propias posibilidades de conservar el poder. El régimen ha logrado que el 82% de los venezolanos rechace la posibilidad de que Nicolás Maduro permanezca en el poder hasta el 2019. Ha logrado que el mundo democrático dirija su atención a Venezuela escandalizado por las flagrantes violaciones de los derechos humanos, civiles y económicos, por la gravedad de la crisis humanitaria por la falta de alimentos y medicinas, demandando el respeto a la constitución el cese de la represión y que se arbitren salidas constitucionales y pacíficas al actual estado de anomia política, social y económica.





Las posibilidades del régimen de permanecer en el poder se hacen cada día más reducidas ante el empeño de renunciar a toda posibilidad de dar respuesta a los ingentes problemas del país y refugiarse en la represión como su sólo sostén. El chavismo depende fundamentalmente de que desaparezca la escasez, y al parecer es para lo único que el oficialismo no tiene una solución.

La escalada de protesta por el revocatorio y por la falta de alimentos y medicinas junto con la consecuente represión y elevación de la violencia social y criminal llevarán junto con la presión internacional de los países que ya dieron la espalda al socialismo chavista a la realización del referendo revocatorio o a cualquier otra solución negociada o no, que pondrá fin a este ominosa etapa de caos y destrucción del país, permitiendo así poner en marcha la reconstrucción de la vida institucional democrática y reencontrar la senda del desarrollo económico y social.

Pedro Vicente Castro Guillen                               @pedrovcastrog