Virginia Contreras: Con Petare no te metas

Virginia Contreras: Con Petare no te metas

thumbnailVirginiaContrerasCuando en el año 2008 el hoy preso político, Antonio Ledezma, ganó las elecciones a la Alcaldía Metropolitana, el  Presidente Hugo Chávez, entre las maniobras que utilizo para deslegitimar ese triunfo fue las de enviar a grupos de seguidores del oficialismo para que manifestaran violentamente en contra del ganador.  Esas mismas estrategias se ejecutaron en distintas partes del país, hecho que permitiría al mandatario dejar una estela de duda respecto a las circunstancias que habrían rodeado al proceso electoral en esas jurisdicciones.  Estando en el Palacio de Miraflores un grupo de sus seguidores,  alguno de ellos menciono dentro de las localidades que recibirían esta dosis de agitación, al Municipio Sucre del Estado Miranda, cuya alcaldía había sido ganada por Carlos Ocariz. La respuesta del mandatario fue: ¡No, con Petare no te metas, que esos sin son capaces de llegar hasta Miraflores!

Muy probablemente el Presidente Maduro, quien para el momento se desempeñaba como Canciller de la Republica, no tuvo la oportunidad de enterarse de aquellas afirmaciones hechas por su Presidente. De haberlo sabido, es muy posible que los hechos que se produjeron hace un par de días en Petare, en donde contingentes de la Guardia Nacional y de la Policía Nacional Bolivariana acudieron para tratar de imponerse violentamente frente a lo que ya estamos viendo en todo el país, a venezolanos hambrientos, que enardecidos por la desidia en resolver esta grave situación por parte de las autoridades, atacan a camiones y locales comerciales buscando comida, u otros bienes, aquellas acciones no se hubieran producido.

Y es que la respuesta de los petareños no se hizo esperar. A pesar de las amenazas a las que sus habitantes están acostumbrados por parte de los colectivos armados que transitan en la zona, actuaron enérgicamente, repeliendo  a las autoridades que allí estaban, cuyas identidades por muy camufladas que estuvieran, son bien conocidas por los vecinos. Recordemos que la mayoría de los miembros de esos cuerpos policiales del país viven precisamente en las zonas marginales, y que sus familias igualmente padecen las vicisitudes de los demás lugareños.





Petare es un barrio caraqueño, considerado el más grande de Venezuela, y el segundo de América Latina, capital del Municipio Sucre del Estado Miranda. De acuerdo con la información oficial del Municipio Sucre, para el 2001 Petare contaba con una población de 388.262, con una proyección de 429.731 habitantes para el 2015, tres veces más que Curazao, y un poco más que Bilbao en España.

Ubicado en una zona montañosa en donde puede apreciarse la impresionante vista del valle de Caracas, su relieve lo convierte en lugar único para la impunidad de la cantidad de crímenes que a diario allí se cometen. Calles llenas de laberintos que a veces no llegan a ninguna parte,  altas colinas con calles de tierra en donde puede llegarse solo con Jeeps o motos,  son parte de su confusa topografía. Ni la misma policía se atreve a adentrarse sola a esos lugares.  Por supuesto que no todos los que allí habitan son delincuentes, pero lo que si es cierto es que todos padecen de hambre,  y carecen de las condiciones mínimas siquiera para sobrevivir. A pesar de haber sido maltratada la localidad desde siempre, las terribles condiciones a las que están siendo sometidos los venezolanos actualmente han hecho estragos con la poca sensatez de los habitantes de esta barriada caraqueña. Paros de transporte, el llamado “bachaqueo”, que representa la venta de los productos de primera necesidad a precios especulativos, en donde a pesar de su prohibición legal, se realiza enfrente de las autoridades policiales, falta casi permanente de agua, cortes de luz intermitentes, los cuales hacen aún mucho más peligrosa la zona,  son circunstancias que han hecho reaccionar a este bastión del chavismo en Venezuela.  Si a esto le unimos los hechos que han venido produciéndose allí, como la muerte de un joven, asesinado por disparos de parte de efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana y/o la Policía Nacional Bolivariana durante los saqueos y disturbios del pasado jueves, nos hace avizorar que esto apenas comienza.

Dicen que en Petare la recolección de firmas para el revocatorio fue contundente, y que si bien los cálculos conservadores esperaban por lo menos 4.700 firmas, al final de la jornada de recolección se obtuvieron más de 70 mil. El caso es que durante estas acciones violentas en la zona, lo que gritaban sus pobladores no era  queremos revocatorio, sino “tenemos hambre”.

Ojala que el mensaje de Petare pudiera llegar al entendimiento de todos aquellos que insisten en imponer sus particulares soluciones políticas, frente a esta hemorragia de necesidad que arropa al país entero.  Y es que ni Petare es un pueblo de criminales, ni Venezuela es un país de cobardes, como unos cuantos tratan de repetir para ocultar lo que nadie quisiera, pero que tarde o temprano sucederá, porque ni el hambre espera, ni la muerte está de vacaciones.