Obama evalúa levantar embargo de tres décadas sobre armas a Vietnam

Obama evalúa levantar embargo de tres décadas sobre armas a Vietnam

U.S. President Barack Obama discusses administration plans to close the Guantanamo military prison while delivering a statement at the White House in Washington February 23, 2016. Obama had pledged to close the facility at the U.S. naval base at Guantanamo Bay, Cuba, since he took office in 2009. REUTERS/Carlos Barria
U.S. President Barack Obama discusses administration plans to close the Guantanamo military prison while delivering a statement at the White House in Washington February 23, 2016. Obama had pledged to close the facility at the U.S. naval base at Guantanamo Bay, Cuba, since he took office in 2009. REUTERS/Carlos Barria

 

Estados Unidos confirmó hoy que está evaluando levantar parcial o completamente el embargo que mantiene desde hace tres décadas contra la venta de armas a Vietnam, y que el presidente estadounidense, Barack Obama, hablará sobre el tema con las autoridades vietnamitas cuando visite el país la próxima semana.

EFE





“Hablaremos de esto en las reuniones del presidente (en Vietnam), Es algo que hemos estado evaluando a medida que nos preparamos para la visita”, dijo el asesor adjunto de Seguridad Nacional de Obama, Ben Rhodes, en una conferencia de prensa telefónica.

El embargo estadounidense sobre armas a Vietnam está en vigor desde 1984 y aunque ya se relajó levemente en 2014, Obama se plantea ahora levantarlo por completo o ampliar significativamente el armamento que puede proporcionarse al país, en un contexto de acercamiento a Hanoi y de inquietud por la pujanza militar de China.

“No hemos tomado una decisión final sobre el asunto”, subrayó Rhodes, pero reconoció que la Casa Blanca ha conversado sobre el tema con varios miembros del Congreso “en las últimas semanas”.

Obama hablará sobre el tema en sus reuniones el próximo lunes con el presidente de Vietnam, Tran Dai Quang, que lleva menos de dos meses en el cargo; con el nuevo primer ministro del país, Nguyen Xuan Phuc, y con el secretario general del Partido Comunista de Vietnam, Nguyen Phu Trong.

“Ellos nos plantean este tema regularmente, y tendremos la oportunidad de explicarles lo que pensamos y de conversar” sobre “cómo queremos abordarlo de ahora en adelante”, indicó Rhodes.

A la hora de tomar esa decisión, Estados Unidos tendrá en cuenta “cómo está evolucionando la relación” con su viejo enemigo no solo en cuanto a “la cooperación en seguridad”, sino también respecto al “compromiso (estadounidense) de apoyar los derechos humanos en Vietnam”, agregó.

Estados Unidos no ha vendido armas a Vietnam desde el fin de la larga guerra en ese país (1955-1975), aunque la prohibición formal la emitió en 1984 el expresidente estadounidense Ronald Reagan.

Los viejos enemigos restablecieron sus relaciones diplomáticas en 1995, y Obama ha tratado de aplicar a Vietnam la misma filosofía que ha adoptado con Cuba o Birmania: la de impulsar el diálogo bilateral a pesar de su inquietud por la situación de derechos humanos.

Esa preocupación será un factor importante en la decisión de Obama sobre si levantar el embargo de armas, y varios grupos de defensa de los derechos humanos se oponen a que EEUU tome esa medida sin exigir concesiones a cambio.

“(Vietnam) ha hecho muy poco para merecer esa recompensa”, afirmó el director para Asia de Human Rights Watch (HRW), John Sifton, al diario “Los Angeles Times”.

“Se les ha pedido en los últimos años que demuestren avances en sus reformas legales, que deroguen las leyes que criminalizan las críticas al Gobierno, que liberen a sus prisioneros políticos. Y no han hecho casi nada”, añadió Sifton.

Obama saldrá de Washington este sábado y llegará el domingo por la noche a Vietnam, donde permanecerá hasta el miércoles y visitará Hanoi y Ho Chi Minh, en una visita “más larga de lo habitual” con la que Estados Unidos espera “marcar un impacto” duradero en la relación bilateral, según Rhodes.

Entre el miércoles y el viernes, Obama estará en Japón para asistir a la cumbre del G7, reunirse con el primer ministro japonés, Shinzo Abe, y visitar la ciudad de Hiroshima, donde su país lanzó la primera bomba atómica de la historia al final de la Segunda Guerra Mundial.