Un ministro defiende diálogo en Brasil antes de que aparezca “primer cadáver”

Un ministro defiende diálogo en Brasil antes de que aparezca “primer cadáver”

Edinho Silva

 

El ministro de la Secretaría de Comunicación Social de la Presidencia de Brasil, Edinho Silva, criticó hoy el clima de intolerancia generado por la grave crisis política que enfrenta el país y defendió que las diferentes partes dialoguen antes de que aparezca el “primer cadáver”.

EFE

Silva defendió en declaraciones a periodistas que los partidos políticos se sienten a dialogar ante el riesgo de que la actual radicalización del país provoque muertes.

“¿Vamos a intentarlo (el diálogo) o vamos a esperar el primer cadáver?”, se preguntó el importante asesor de la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, y su correligionario en el oficialista Partido de los Trabajadores (PT).

La defensa del diálogo fue hecha en el mismo día en que el expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva le pidió a los militantes y sindicalistas que salieron hoy a las calles a defender el Gobierno de Rousseff a que enfrenten a “quienes quieren atropellar la democracia”.

En un mensaje divulgado en las redes sociales, Lula dividió al país entre los que defienden un “golpe”, en alusión a quienes apoyan el juicio político con fines destituyentes que la oposición impulsa contra Rousseff en el Congreso, y entre los que defienden la democracia.

La jornada de manifestaciones de este jueves fue convocada por los sindicatos y movimientos sociales que se oponen al posible juicio político contra Rousseff.

La jefe de Estado también hizo hoy una defensa de la tolerancia en un acto en el Palacio presidencial de Planalto en el que recibió el apoyo de artistas e intelectuales que consideran que el posible juicio político, sin un motivo constitucional que justifique la destitución, es un golpe.

“Tenemos que resolver (la crisis) porque Brasil no puede ser dividido en dos partes, que es lo que están proponiendo. No es correcto que las personas sean estigmatizadas por lo que piensan: ni de un lado ni del otro. No crearemos una convivencia democrática con esa situación”, alertó la mandataria.

Rousseff pidió el “fin del odio” para que el país no sufra las consecuencias de esa ruptura y comparó la actual intolerancia en Brasil a la impulsada por el nazismo.

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