La herencia de Maduro: El fracaso político de Chávez por Keybert Méndez

La herencia de Maduro: El fracaso político de Chávez por Keybert Méndez

KeybertMañana se cumplen tres años que Nicolás Maduro oficializó en cadena nacional la muerte de Hugo Chávez. La situación de Venezuela no sería muy distinta si él estuviese vivo. La escasez se patentó con el Gobierno actual, pero ya había aparecido antes de que el militar barinés falleciera.

Ya en 2012 era casi un milagro conseguir leche en polvo. Había que recorrer varios supermercados. Para ése entonces la crisis económica actual apenas se estaba gestando.

Chávez expropió tantas empresas que convirtió al país en enemigo de la inversión extrajera. Los extraordinarios ingresos de la renta petrolera alimentaron su ego y le dieron recursos para impulsar planes sociales con fines “populista”. Sólo le importaba perpetuarse como líder.





Pero el cáncer lo venció y dejó una herencia política, económica y social que ahora pesa más que los logros que obtuvo como Presidente.

Su gobierno tuvo el comportamiento de un joven que sólo trabaja para vivir el día a día. Desde Miraflores no se pensó en el futuro. No se imaginaron que los precios del petróleo caerían.

Tanto así que ahora andan por el mundo pidiendo préstamos multimillonarios para sostener una “Revolución” hecha con “pan para hoy y hambre para mañana”.

Lo peor es que el mañana ya llegó; es ahora. Las pocas empresas estatizadas que mantuvieron su producción, nunca alcanzaron la eficiencia para cumplir con la demanda del mercado.

Prefirieron ignorar esa realidad y volcar todos los reclamos sobre empresarios privados. Los acusan de acaparamiento, de conspiradores y de armar una “Guerra Económica” para desestabilizar.

Chávez quiso castigar a los ricos y terminó hundiendo a los pobres con un control cambiario que cada vez es más absurdo e insostenible en un país dependiente de la importación.

Los sueños de “independencia y soberanía económica” nunca se cumplieron. La mayoría de los alimentos, medicinas y productos que consumen los venezolanos son “Made in el exterior”.

En 2005 la Unesco declaró a Venezuela territorio libre de analfabetismo. Un logro que ahora se desvanece porque 230 mil niños y jóvenes no asisten a la escuela el día que a sus padres les toca comprar comida.
No hay medicamentos en los hospitales, clínicas ni en las farmacias. Mucho menos en los módulos de salud de Barrio Adentro.

Cada semana se contabilizan más de cien muertes violentas en el país. Por las noches se percibe el “auto toque de queda”.

Desesperada por la necesidad, la gente sale de madrugada con miedo para garantizarse un puesto en las colas y comprar la poca comida que se consigue.

El pueblo está cansado y a Nicolás le toca la peor parte: ver madurar el fracaso del modelo político, económico y social de Chávez. ¡¡Tremenda herencia!!