Mueren dos atacantes de California y atrapan a otro: Dejaron 14 muertos y 17 heridos

Mueren dos atacantes de California y atrapan a otro: Dejaron 14 muertos y 17 heridos

Balacera-California

Dos de los sospechosos que perpetraron este miércoles un tiroteo que dejó 14 muertos y 17 heridos en un centro para discapacitados en San Bernardino, cerca de Los Ángeles, fallecieron en la operación policial de captura, informaron las autoridades.

AFP





“Se trata de un hombre y de una mujer. Iban vestidos con ropa de asalto y llevaban rifles y pistolas”, explicó en una rueda de prensa el jefe policial Jarred Burguan.

La policía estadounidense atrapó en un gigantesco operativo a uno de los sospechosos del tiroteo que dejó 14 muertos y 17 heridos en San Bernardino, al este de Los Ángeles.

La sargento Vicki Cervantes dijo que “uno de los sospechosos está en el suelo” durante un intercambio de disparos con las fuerzas de seguridad, pero no precisó si fue abatido por la policía o yacía herido.

“Uno de los sospechosos puede haber escapado”, advirtió Cervantes. “Hay que permanecer en alerta porque la situación (de amenaza) sigue activa”.

Las cadenas de televisión mostraron el cuerpo del atacante caído cerca de un todoterreno repleto de orificios de bala, posiblemente el vehículo en el que huyeron hasta tres sospechosos.

En el operativo resultó herido uno de los agentes, que fue trasladado a un hospital cercano aunque su vida no corre peligro.

Los sospechosos atacaron con armas largas el Centro Regional Inland alrededor de las 11H00 locales (18H00 GMT), especializado en asistir a pacientes discapacitados.

A esa hora el auditorio acogía un evento organizado por el condado de San Bernardino para un centenar de trabajadores.

“No sabemos quiénes son, pero estaban preparados como si se tratara de una misión”, dijo previamente el jefe policial de la ciudad, Jarred Burguan.

Las autoridades todavía desconocen las razones que motivaron la masacre pero reconocieron que se trata “como mínimo de un acto de terrorismo doméstico”.

Un empleado del centro, Brandon Hunt, contó a la cadena CNN que en el centro había unos 550 trabajadores, quienes “se encerraron en oficinas y armarios para intentar estar a salvo”.

Hunt no dijo cuántos pacientes estaban en el centro en el momento del tiroteo.

“Es una situación muy desafortunada. Estas personas dan su corazón y su alma para ayudar a los demás. Es una locura la audacia de los atacantes, de venir aquí y disparar”, reconoció.