UN CHISTE: Estación Bello Monte no aguantó su primera “hora pico”

UN CHISTE: Estación Bello Monte no aguantó su primera “hora pico”

ESTACIÓN BELLO MONTE

 

La nueva hija del metro de Caracas ya fue bautizada por los usuarios del sistema de transporte. No necesitó un día para tener la viveza de los venezolanos, colas y curiosos por doquier, reseñó El Nacional.





Por: JORGENIS HERNÁNDEZ

La estación Bello Monte es la primera de la Línea 5 y su inauguración, después de nueve años, confundió a los caraqueños que usan Línea 2.

Zona Rental ayer a las 5:00 pm, plena “hora pico”, muchos usuarios hicieron algo distinto: se pararon en el medio de la estación en busca de una señalización que indicara cómo ir a Bello Monte. No había nada que lo señalara.

Por el altavoz se escuchó: “Atención señores usuarios, el andén dirección Las Adjuntas está funcionando para los trenes que tienen como destino final las estaciones Bello Monte y Las Adjuntas. Se les agradece estar atentos a las indicaciones del personal operativo”. El río de personas se enfocó en ese andén.

Ya dentro del tren que supuestamente iba a Bello Monte no se escuchó ni un suspiro del conductor, pero sí preguntas de los usuarios. Comenzó la marcha y de pronto llegó a Parque Central, aun ahí ni señas de quién manejaba. Había que regresar a Zona Rental para volver a intentarlo.

Segunda oportunidad, 5:20 pm, de vuelta en “Sauna Rental”, como dijo una señora en la cola del próximo tren, se escuchó nuevamente el altavoz, pero esta vez decía que el tren en el andén de Las Adjuntas iba hacia el oeste y que “los usuarios que llevan como destino la estación Bello Monte deben esperar en el andén el próximo tren”. Ese mensaje se repetía cada 40 segundos.

Apenas terminó el operador de decir la información, cuando alguien respondió: “Él dice que es uno y uno (los trenes), pero los últimos tres que han llegado son de Las Adjuntas”.

La cola estaba por llegar a las escaleras de la estación y había cada vez más gente. Los diálogos se mezclaron:

“Ahora se va a tardar más esta vaina en llegar”. “¿Cómo es que es esto ahora? No entiendo”. “Si ponen un solo tren de allá para acá es mejor”.

Llegó el tren “correcto”. 5:35pm. Antes de que terminara de estacionarse, se escuchó, por lo menos seis veces, al operador informar que ese iba a Bello Monte. Algunas personas en la punta de la cola dejaron pasar a los que iban a la nueva estación y otros entraron sin pensarlo.

Una vez adentro, amuñuñados todos en un vagón sin aire acondicionado, se oyó al operador del tren señalar que la próxima parada era Bello Monte. Volvieron las conversaciones y las quejas por la situación:

“Si es gafa esa chama, podía montarse y venirse sentada después”. “Si ya con estos dos colapsa el metro, imagínate”. “A veces una cosa es lo que está en el papel y otra lo que sale en realidad”.

5:45pm. Cuatro minutos duró el recorrido para llegar al fin a la nueva niña del metro. La estación estaba llena de personas esperando y apenas se abrieron las puertas el olor a nuevo se apoderó del ambiente. Los pocos que se bajaron miraron a los lados, perdidos, mientras otros empujaban un poco para entrar. El favoritismo por el color naranja fue más que evidente.

Más información en El Nacional.