Jorge Millán: Los muertos de vacaciones

Jorge Millán: Los muertos de vacaciones

 

thumbnailjorgemillanEl mundo sigue avanzando a pasos agigantados, pero mientras esto ocurre en nuestro país seguimos con un grupúsculo que dirige la nación aferrado a la palanca del retroceso y empeñado en que claudiquemos frente a nuestro derecho de poder vivir bien.

Los ciudadanos cedemos parte de nuestras libertades, ingresos, tiempo e ideas para conformar un Estado que pueda atender los asuntos colectivos que nos atañen, pero en Venezuela pareciera ser que el Presidente y los dirigentes del PSUV, incluidos los candidatos a diputados que han presentado a la sociedad, consideran que ese aporte que nos toca dar a todos los integrantes del país es para que los que nos gobiernan se beneficien y se enriquezcan a costillas del pueblo.





En muchos discursos escuchamos la exigencia de sacrificio que debe hacer el pueblo, pero no observamos ninguno que haga quienes nos gobiernan, por el contrario a pesar de la profunda crisis ellos aumentan sus lujos y gastos para mantenerse viviendo como una nueva súper clase merecedora de todo.

Ahora bien, esta desconexión de parte del “madurismo” y sus candidatos con las necesidades del pueblo ha generado que hoy una clara mayoría de los venezolanos quiera cambio y, como ocurre con todos los gobiernos autocráticos que pierden la popularidad, no les ha quedado más que recurrir a artimañas, maromas y bajezas para tratar de mantener los privilegios que usufructúan desde sus posiciones de gobierno.

Es notorio el esfuerzo para hacer ver que están fortalecidos, que son imbatibles, que el cambio no es posible y por ello atropellan, vejan y amedrentan, pero lo que no saben es que ya son unos “muertos de vacaciones” como describiera Koestler en su libro El cero y el infinito, cuando describe a los autócratas que han dirigido a los Estados comunistas en su decadencia, y estas cesan a partir del 6 de diciembre con la votación por la nueva Asamblea Nacional.

El país no aguanta, ha caído en las manos de una “brutocracia” como la definiera José Vicente Carrasquero, por lo cual el país tendrá que empinarse a ella y dar el paso para que Venezuela sea un país de progreso, justicia e inclusión, capaz de darle una buena vida a sus habitantes.

@jorgemillant