Israel alertó ayer en Uruguay sobre el “avance” del terrorismo en la región

Israel alertó ayer en Uruguay sobre el “avance” del terrorismo en la región

Delegación del gobierno de Israel llega al Parlamento de Uruguay / Foto El País
Delegación del gobierno de Israel llega al Parlamento de Uruguay / Foto El País

 

Representantes israelíes expusieron ante un grupo de legisladores uruguayos información sobre la influencia iraní y del grupo terrorista en la región. Su papel en el atentado a la AMIA y los últimos incidentes ocurridos en Montevideo. Así lo reporta el diario El País de Uruguay

Ayer, Dana Benvenisti, directora de Seguridad Regional y Contraterrorismo de la Cancillería israelí, y Yifat Amedy, directora delegada del Departamento de Medio Oriente del Centro de Investigaciones Políticas de la Cancillería, acompañadas por la embajadora Nina Ben Ami, se reunieron con los diputados del Grupo Parlamentario de Amistad Uruguay-Israel: el frenteamplista Carlos Rodríguez, los nacionalistas Jaime Trobo y Daniel Peña, y el colorado Tabaré Viera.

Las funcionarias de Israel dijeron que se detecta un “avance” de la “amenaza terrorista” representada por grupos como Hezbolá en la región, al tiempo que notificaron sobre un posible “complot terrorista” que se estaría instalando en varios países. Según informaron en el Parlamento, Israel tiene información sobre la “responsabilidad directa” de funcionarios de Irán en el atentado a la mutual judía AMIA en Buenos Aires en 1994, que dejó 86 muertos y 300 heridos.

Benvenisti y Amedy hablaron con los legisladores a través de dos traductoras que suministró la embajada de Israel. Los diputados uruguayos se interesaron en aspectos como la valoración que hace Israel sobre las declaraciones del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en relación con el gobierno Venezuela, a quien calificó como una amenaza a la seguridad nacional, y las relaciones del presidente Nicolás Maduro con el líder iraní Mahmud Ahmadinejad.

Pero fue poca la información que recibieron en estos puntos.

La presencia de esta delegación de alto nivel del Ministerio de Exteriores de Israel fue vista por los legisladores como una muestra de la preocupación del gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu por la expansión del terrorismo a partir de grupos fundamentalistas vinculados con Irán.

Durante el gobierno del presidente José Mujica, el acercamiento de Uruguay al régimen de Ahmadinejad provocó malestar del gobierno israelí. Además, la embajadora Nina Ben Ami, apenas llegada a Uruguay en agosto de 2014, hizo saber el malestar de su gobierno por los dichos de Mujica cuando calificó de “genocidio” la ofensiva de Israel en Gaza. “Estamos profundamente perturbados por los dichos de Mujica”, dijo.

Reserva.

La sesión con los diputados fue declarada reservada para facilitar el suministro de información. Benvenisti explicó que para responder a algunas de las preguntas ella no manejaba determinada “información de inteligencia”.

También hablaron sobre temas como el lavado de activos, los contactos del terrorismo de Hezbolá con la mafia y las fronteras terrestres. Las funcionarias israelíes describieron a los legisladores un amplio panorama sobre la situación de Medio Oriente y, en particular, el accionar del grupo Estado Islámico (EI) en Irak y en Siria. Según la información de las agencias de inteligencia israelíes que monitorean las actividades del EI, las capacidades de reclutamiento de este grupo yihadista en América del Sur son muy limitadas, aunque han registrado algunos casos. El EI está reclutando a sus combatientes extranjeros principalmente en África, de donde proviene el grueso de sus 30.000 integrantes, y de Europa de donde provienen unos 5.000.

Las altas representantes israelíes creen que algunas denuncias, como las que hace pocos días formuló la diputada opositora argentina Elisa Carrió a propósito de reuniones de inteligencia de agentes iraníes y de Hezbolá en Montevideo son completamente certeras, y creen posible aunque no tienen pruebas de ello, que grupos locales de izquierda como Unidad Popular reciban algún tipo de apoyo económico de esas procedencias, ya que este es su modo habitual de operar. Esto indicaría que los intentos por buscar “amigos” en el continente son persistentes, en tanto buscan identificar objetivos vinculados al Estado de Israel para consumar ataques de mayor o menor entidad que los perpetrados en 1992 y 1994 en Buenos Aires.

Desde el gobierno de Netanyahu se ve con extrema preocupación la concreción de dos escenarios totalmente adversos: que esta semana termine por cristalizar el acuerdo entre Irán y el Grupo 5+1 (China, Estados Unidos, Francia, Reino Unido y Rusia más Alemania) en torno a su programa nuclear, y que Teherán consiga aliados firmes en América del Sur.

Un incidente registrado en Perú en octubre de 2014, que derivó en la detención de un ciudadano sirio reclutado por el Hezbolá, enfocó los radares hacia esta región. Este hombre, de 26 años, llevaba documentación falsa con la que ingresó a ese país. Sus directivas consistían, precisamente, en formalizar una relación para obtener la doble nacionalidad mientras desarrollaba sus tareas. Estas consistían, principalmente, en detectar objetivos como sedes diplomáticas, sedes policiales, bancos y otras instituciones que más adelante pudieran ser útiles en la concreción de algún tipo de acción terrorista.

Benvenisti y Amedy llegaron a Montevideo unas horas después de haber mantenido diversos contactos con integrantes de la comunidad judía en Buenos Aires y legisladores argentinos. Los recientes cruces de la presidenta Cristina Fernández y el gobierno de Netanyahu dejaron una relación por demás crispada en el plano diplomático.

La posibilidad de que Argentina haya pactado con Irán a cambio de algún beneficio económico para desviar la investigación sobre el atentado contra la AMIA —caso que investigaba el fallecido fiscal Alberto Nisman—, terminaron por exacerbar una relación que venía deteriorándose desde hace tiempo. Argentina tiene una de las comunidades judías más numerosa e influyente en América Latina.

Las nuevas señales del gobierno hacia israel.

El gobierno israelí ha interpretado como positivas todas las señales que ha recibido de parte del gobierno del presidente Tabaré Vázquez, incluido el nombramiento de Bernardo Greiver exembajador de Uruguay en Israel—, como número tres en la Cancillería, especialmente por el cambio que supone respecto a la administración de José Mujica. Pero también la reacción oficial durante los incidentes ante las sedes diplomáticas en Montevideo, que juzgaron como muy adecuadas.

“Responsabilidad directa” de Irán en el atentado a la AMIA

La influencia de Irán en la región fue el tema central del informe brindado ayer en el Parlamento. Las funcionarias israelí Dana Benvenisti y Yifat Amedy explicaron a los legisladores sobre la presencia de Hezbolá en la región tratando de “formar núcleos en distintos países” del área para “financiar actividades terroristas”.

Los legisladores hicieron varias preguntas. Algunas tuvieron que ver con la responsabilidad en el atentado terrorista a la mutual judía AMIA, en 1994 en Buenos Aires. Las visitantes confirmaron la “responsabilidad directa” de funcionarios del gobierno iraní en la organización del ataque. En 2006, la justicia argentina, después de años de investigar el caso y tomar cientos de declaraciones y evaluar pruebas, representada por los fiscales Alberto Nisman y Marcelo Martínez Burgos, formalmente acusó al gobierno iraní de planificar el atentado y al Hezbolá de ejecutarlo. A comienzos de este año, la prensa internacional dio cuenta de un ataque aéreo israelí contra el Golán sirio que mató a por lo menos seis milicianos de Hezbolá, entre los que estaba Jihad Mughniyeh, hijo del difunto comandante militar Imad Mughniyeh a quien se le atribuyó la autoría intelectual de los atentados en la Argentina.

En otra de las interrogantes planteadas se le preguntó en qué proporción, según la visión de Israel, Uruguay es un lugar “más o menos vulnerable” para un posible ataque terrorista, pero respondieron evasivamente diciendo que no podían establecer “un ranking” de países más o menos riesgosos. “Como el terrorismo es imprevisible, las acciones se resuelven por decisiones de carácter político”, precisó Benvenisti.

Por eso, insistió en que es “muy difícil” prever las acciones terroristas. Dijo, sí, que “los puntos más vulnerables o los que más le atraen a los terroristas son las sedes de las comunidades judías, embajadas u oficinas de Israel, las organizaciones sociales, entre otros”.

 

Vía El País (Uruguay)

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