Investigan amenazas contra Caroline Kennedy, embajadora de EEUU en Japón

Investigan amenazas contra Caroline Kennedy, embajadora de EEUU en Japón

(Foto Reuters)
(Foto Reuters)

 

 

Washington y Tokio están trabajando para garantizar la seguridad del personal de Estados Unidos en Japón, después de que informes de medios reportaran amenazas de muerte contra la embajadora estadounidense Caroline Kennedy y otro diplomático de ese país, dijo el miércoles el Departamento de Estado.





La embajada de Estados Unidos en Tokio recibió las amenazas telefónicas el mes pasado y varias de ellas fueron hechas por un hombre que hablaba en inglés, informó el periódico Yomiuri Shimbun citando a un funcionario de la policía de Tokio.

Las amenazas también apuntaron al cónsul general de Estados Unidos en Okinawa, Alfred Magleby, según el diario y otros informes de medios japoneses y estadounidenses.

La isla de Okinawa es conocida en Japón por albergar a la mayor parte del personal de servicio estadounidenses afincado en el país.

La portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki, no confirmó ninguna intimidación específica contra Kennedy y Magleby, pero dijo en un comunicado que “tomamos en serio cualquier amenaza a diplomáticos estadounidenses”.

“Estamos trabajando con el Gobierno japonés para garantizar las medidas necesarias”, dijo.

La Policía Metropolitana de Tokio y la embajada estadounidense en Japón declinaron hacer comentarios.

Los informes de las amenazas surgieron en momentos en que la primera dama de Estados Unidos, Michelle Obama, llegaba el miércoles a Japón para una visita de tres días, que incluye una reunión con el personal diplomático de Tokio y Osaka.

Los informes se producen también dos semanas después de que el embajador estadounidense en Corea del Sur, Mark Lippert, fue herido por un hombre con un cuchillo durante un evento en Seúl.

El ataque generó un debate sobre las amenazas que enfrentan diplomáticos estadounidenses y las precauciones adoptadas para proteger a sus embajadores. El Departamento de Estado ha dicho que la seguridad de Lippert era adecuada.