Juan Fernández: Condiciones precarias, oportunidad de cambio

Juan Fernández: Condiciones precarias, oportunidad de cambio

En una situación como la actual de Venezuela, grave desde el punto de vista económico, de la institucionalidad política y con un inmenso impacto social, Esta crisis es de carácter estructural, lo cual significa que ya no sirve el un aumento del precio del barril de petróleo, para sacarnos del foso en donde nos han metido. Se hacen indispensables ajustes que conlleven a la salida del modelo fracasado de la supuesta revolución. Los ajustes podrían representar a su vez una oportunidad para lograr nos convirtamos en un país que genere un portafolio para diversificar las fuentes de ingreso, dejar de ser petróleo dependiente, fijar metas de crecimiento económico no petrolero sostenibles en el tiempo creando riqueza, lo cual significara una mejora en el estado de bienestar de todos los venezolanos, y el abandono gradual del modelo rentista. Es decir vivimos en condiciones precarias, que pueden empeorar pero representan una oportunidad de cambio.

La realidad de los diferentes diagnósticos sobre Venezuela coinciden que aun con niveles de precio del crudo llegando a los 100 dólares por barril, no se resuelve la crisis y el daño estructural continuaría. En este sentido, para los analistas del mercado petrolero, la mayoría de los pronósticos ubican el precio promedio del crudo año entre los 55 y 58 dólares por barril. Con estos pronósticos para Venezuela, continuara el déficit de la balanza de pagos, dificultades en flujo de divisas, con incremento en la probabilidad de incumplimiento de pagos por deudas soberanas, contracción de la economía de al menos un 4% del PIB, sin crédito comercial, etc., y la lista de males sigue destacando la corrupción.

La escasa respuesta del gobierno sobre medidas económicas hasta el momento le da prioridad al tema cambiario, manteniendo un sistema de tres tipos de cambio oficiales. Medida que continua siendo insuficiente e ineficiente, prolongando la corrupción cambiaria. El gobierno con el llamado mercado “marginal”, que será en definitiva el que regirá los destinos de la economía se basa en el supuesto de una vuelta de dólares a la economía para satisfacer las necesidades de las empresas, es decir asume aumentara la oferta de bienes y servicios, e ir disminuyendo el grave problema de abastecimiento. A su vez el gobierno tratando de ser discreto entraría en un proceso de flexibilización con los socios de PDVSA, pues en las condiciones actuales no hay disposición de los socios a continuar invirtiendo en sociedad con PDVSA hasta tanto al petrolera estatal cumpla con sus aportes, que todos sabemos no esta en capacidad de cumplir. Les permitirían a los socios aumentar su participación accionaria, quitando también rigidez al esquema fiscal y permitiendo la comercialización directa del socio de su participación, asumiendo que de esa forma lograría un aumento en la producción, por supuesto diferir lo máximo posible el aumento de los combustibles en el mercado interno. Pero además para continuar raspando la olla PDVSA que se estima conseguirá unos US$ 4.400 millones vía el endeudamiento de CITGO incluyendo la operación de venta de los bonos de la porción de la deuda de Republica Dominicana de PetroCaribe ala cual se podría agregar la de Jamaica, el único otro país con cierto grado de inversión aceptable en los mercados internacionales.

Esta repuesta del gobierno centrada en el tema cambiario y la búsqueda de aumentar por vía de terceros la producción petrolera, luce insuficiente y puede llevar a la economía Venezuela a un escenario de hiperinflación, con alta recesión. Entre las razones para indicar el fracaso anticipado de las medidas, es la falta de condiciones políticas del país, la inestabilidad, la falta de independencia de los poderes públicos, a la que se suma la arbitrariedad de las decisiones del ejecutivo de encarcelar a ejecutivos y gerentes de empresas del sector privado venezolano.

En conclusión, es condición necesaria y urgente de un escenario de confianza en el país, le cual requiere para construirlo el consenso global, un acuerdo país, para que conjuntamente con medidas económicas se origen el cambio estructural y de modelo. Bajo el gobierno actual las posibilidades de ese acuerdo nacional son mínimas, queda en consecuencia logar que a través de la participación masiva de los ciudadanos logremos se haga realidad esa oportunidad que representa la crisis actual que vive nuestro país. Al finalizar esta nota se conoce de la detención de Antonio Ledezma, mientras pidamos la libertad de otros y no pensemos en la nuestra como ciudadanos, nos seguirán metiendo presos a todos.

@JFernandeznupa

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