Nadie frena el imparable avance de Boko Haram en Nigeria

Nadie frena el imparable avance de Boko Haram en Nigeria

Nigeria Paris Summit
Los esfuerzos de la comunidad internacional por frenar el avance de Boko Haram no han dado hasta la fecha apenas resultados. En la imagen, cumbre sobre la seguridad en Nigeria celebrada en París el pasado mes de mayo / Getty

 

Los yihadistas de Boko Haram llegaron hasta el lago Chad tras conquistar la última base militar en manos del ejército de Nigeria. Toda la región de Borno, limítrofe con Chad y Camerún, está ya en manos de los radicales islámicos, que han proclamado la implantación del califato. “Disfruto matando a quién Dios me ordena hacerlo”, proclama el líder de la organización, Abubakar Shekau

Baga era la última ciudad del noreste de Nigeria que aún permanecía en manos del Gobierno de Abuja. En sus inmediaciones se asienta la base militar, desde la que una fuerza militar multinacional, creada en 1998 y compuesta por tropas de la propia Nigeria junto con otras de Chad y Niger, intentaban hacer frente al incontenible avance de los yihadistas de la organización Boko Haram, expresión que en lengua hausa se traduce literalmente como “la educación occidental es pecado”.





Los últimos combates antes de la definitiva conquista de la base el pasado domingo, pueden haberse saldado con centenares de muertos, según testimonios de los refugiados que han logrado escapar a los vecinos países Chad y Camerún. La toma de esta instalación militar ha supuesto también la rendición de las últimas ciudades y pueblos que aún resistían las sucesivas ofensivas de Boko Haram. Con ello, toda la región de Borno, equivalente a una extensión como Extremadura está en sus manos, asomándose al lago Chad sobre el que convergen las fronteras de Nigeria, Chad y Camerún.

Mutilaciones y degüellos como en Irak

Los fugitivos dan cuenta de que Boko Haram, incluida en la lista de organizaciones terroristas de Estados Unidos desde 2013, ha dispuesto la Sharia en toda la región, con su aplicación correspondiente en forma de flagelación, mutilaciones y degüellos como primer paso para la implantación del califato. El líder de estos fundamentalistas islámicos,Abubakar Shekau, aún no se ha pronunciado sobre si tal califato sería autónomo o bien una extensión sucursal del Estado Islámico, proclamado por Abubakr Al-Bagdadi con capital en la ciudad siria de Raqqa.

En todo caso, los métodos y el comportamiento de uno y otro no difieren gran cosa. La brutalidad exhibida por los yihadistas en Siria e Irak es la misma con que se comportan los yihadistas nigerianos. Los secuestros, saqueos y asesinatos masivos componen el catálogo de actuaciones de Boko Haram, que, según informes recopilados por diversas ONG, habría consumado  en 2014 más de 10.000 asesinatos.

La acción más estridente, desde el punto de vista de su repercusión en la opinión pública internacional, fue el secuestro de más de 200 niñas cristianas de un internado en la ciudad de Chibok. El líder de Boko Haram las exhibió en un video y anunció que las vendería como esclavas para que se convirtieran al Islam y se casaran con musulmanes. Los llamamientos en favor de su liberación, por parte de numerosas personalidades internacionales, incluida la primera dama de Estados Unidos, Michelle Obama, no han obtenido fruto alguno. Antes bien, los secuestros se han intensificado, los últimos con ocasión de la Nochebuena, en que los milicianos yihadistas secuestraron a 170 mujeres y niñas en Gamsuri, aldea cercana al pueblo de Chibok, tras asesinar a otras 35 personas que trataron de impedirlo. El último día del año también se llevaron a 40 hombres y niños varones de la aldea de Malari, con el seguro propósito de convertirlos en comandos suicidas.

La debilidad del Gobierno nigeriano

Estas operaciones ponen claramente de manifiesto la debilidad del gobierno de Nigeria para combatir con una organización que no ha hecho otra cosa que comerle el terreno a lo largo de todo 2014. La región de Borno cuenta tan solo con 3 millones de habitantes, apenas una gota en el país más poblado de África (160 millones). Sin embargo, su proyección estratégica hace sospechar que sus operaciones de conquista no solo van a continuar sobre otros territorios de Nigeria sino también que va a intentar desbordar las fronteras de los países limítrofes.

Aunque ha sido en el último año que el mundo ha descubierto esta extensión radical africana del yihadismo, Boko Haram nació en 2002, y al igual que el EI, haciendo adeptos entre las minorías musulmanas más descontentas con el gobierno central del país. Su fundador, Muhammad Yusuf, murió en 2009 cuando estaba detenido en dependencias policiales nigerianas. Yusuf era un estudiante de teología islámica, al igual que Mamman Nur y Abubakar Shekau. Este último se casó con una de las cuatro mujeres que Yusuf dejó viudas, “para preservar la cohesión y pureza del movimiento”, según justificó el propio Shekau en el video de 2010 en el que apareció por primera vez como líder de la organización. Mamman Nur, por su parte, es el cerebro de numerosas operaciones terroristas, entre ellas el atentado contra el complejo de edificios de la ONU en Abuja, en agosto de 2011.

7 millones de dólares por su cabeza

Estados Unidos ha puesto precio a su cabeza: 7 millones de dólares. Sin embargo, sus movimientos no son fáciles de seguir. Se manifiesta únicamente a través de los vídeos que de vez en cuando glosan sushazañas. Lo hizo cuando anunció que nunca devolvería a las niñas secuestradas, pero ya había proclamado antes sus líneas maestras de actuación en un videoclip de enero de 2012 cuando, vestido con su traje de camuflaje y armado con su fusil ametrallador, declaraba que “disfruto matando a todos aquellos que Dios me ordena hacerlo, del mismo modo que siento un gran placer degollando pollos u ovejas”.

La declaración era el colofón a una de sus numerosas masacres, en aquel caso el asesinato de 180 personas en Kano, la mayor ciudad del noreste de Nigeria.

 

Por Pedro González para ZoomNews