Juan Fernández: Cortar o no cortar, el dilema de la Opep

Juan Fernández: Cortar o no cortar, el dilema de la Opep

En un mes el precio del crudo perdió 10 dólares por barril, lo cual hace que el mercado de petróleo retroceda a niveles de precio similares a los de hace 4 años. Nos preguntamos si servirán las recetas tradicionales de la OPEP de recortar producción para aumentar el precio. Este es el llamado del canciller Ramírez, quien quiere una reunión urgente para cortar el suministro de la OPEP.

Esta bajada es alarmante, porque son 10 millones de dólares menos de ingresos de divisas diarios, pues solo 1 millón de barriles de la producción de Venezuela son generadores de caja. El resto se va en el consumo del mercado interno que genera pérdidas, así como en los regalos por favores políticos (en especial a Cuba) y en el pago de la deuda a los chinos.

La situación se agrava, porque Venezuela está sumergida en una recesión que se prolongará en 2015. Está sometida a la hiperinflación, con obligaciones mil millonarias de deuda y está sujeta a una serie de procesos de arbitraje como el de Exxon-Mobil que obligan al país a desembolsar US$ 1.600 millones. Encima tiene pendiente el caso de Conoco-Phliips, al que hay que pagar una compensación mucho mayor, estimada US$ 15.000 millones.

Es importante considerar que el uso de nuevas tecnologías de producción, el fraccionamiento hidráulico que permite recuperar reservas adicionales, el aumento continuo de la producción de EE.UU. que produce 8.9 millones de barriles diarios, el consumo de gas y el uso de energías alternativas, genera un cambio estructural del mercado petrolero.

A pesar de la conflictividad en países petroleros como Iraq (segundo productor OPEP), los conflictos geopolíticos no causan subidas del precio como en oportunidades anteriores. Otros elementos del mercado petrolero a considerar son la fragilidad de la economía global con la zona Euro en recesión, China con un ritmo de crecimiento económico que deja dudas sobre sus metas de crecimiento y los países BRIC con una economía que no crece al ritmo esperado y con dificultades económicas.

Hoy, la OPEP tiene una oferta de unos 31 millones de barriles diarios que genera expectativas sobre su próxima reunión de Noviembre. Hay dos bloques de países. Uno encabezado por Irán, en el que está Venezuela solicitando una reunión anticipada que implique un corte inmediato de la oferta del cartel, pues sus economías requieren un mayor precio del barril de petróleo. En el caso venezolano se estima entre 115 y 120 dólares por barril. Pero hay otro grupo liderado por Arabia Saudita, Iraq, Emiratos Árabes Unidos y Kuwait que opinan lo contrario aduciendo que no es momento de recortes. Inclusive vienen aplicando políticas de descuento en el precio de sus crudos, y afirman que continuarán con su expansión a costa de perder participación en el mercado de los países OPEP.

En consecuencia, se requiere una política diferente a la del recorte de la oferta. Los mercados se moverán por la competitividad: los más eficientes minimizando costos serán competitivos con precios bajos y prevalecerán. El hecho de que la OPEP recorte no hará que Rusia, México, Canadá, Noruega y EE.UU. recorten, y si el precio “aumentase” por recorte de oferta OPEP, mejor será el rendimiento de los No-OPEP por sus inversiones.

En nuestro caso, lo lamentable es la falta de visión y gerencia pública para pronosticar y actuar en consecuencia con escenarios de precios bajos. PDVSA no tiene ninguna flexibilidad. Solo pide el milagro de que el precio suba para seguir escondiendo sus ineficiencias. En el ínterin, Canadá, México, e inclusive Colombia, aumentarán sus inversiones petroleras y energéticas, y la supuesta revolución continuará como un paliativo diciéndonos constantemente que tenemos las reservas de petróleo más grandes del mundo, en un país que sigue llenándose de pobreza.

@JFERNANDEZNUPA.

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