Gobierno cubano podría acabar con la doble moneda en la isla

Gobierno cubano podría acabar con la doble moneda en la isla

moneda cubana

 

Nueve meses después de que el gobierno cubano anunció que acabará con la doble moneda en la isla, se desconoce cuándo llegará ese esperado “día cero” mientras las autoridades prometen no tocar los bolsillos de la población.





El “complejo” proceso de unificación monetaria -que debió hacerse “mucho tiempo atrás” según los economistas- es un paso clave en las reformas del presidente Raúl Castro y busca eliminar grandes distorsiones en la economía y atraer las inversiones extranjeras que el único país comunista de Occidente requiere con urgencia.

Desde hace dos décadas circulan dos monedas en la isla, lo que de paso genera desigualdad y malestar: el peso cubano (CUP) y el peso convertible (CUC), que vale 25 pesos cubanos, tiene paridad con el dólar y está condenado a desaparecer.

Aunque el fin del peso convertible fue anunciado el 22 de octubre, el tema empezó a preocupar ahora a muchos cubanos que temen perder sus ahorros o su poder adquisitivo, después de que el lunes el diario oficial Granma afirmara que la unificación es “una decisión impostergable”, insinuando que será decretada en cualquier momento.

El tema también fue abordado hace un mes por Raúl Castro en la sesión semestral del Parlamento, en la que prometió respetar los ahorros de los cubanos.

Para preparar la unificación, que regirá a partir de un “día cero” aún no anunciado, el gobierno dictó en marzo tres resoluciones sobre contabilidad para operaciones en divisas y estableció metodologías para fijar precios mayoristas (que no existen y son una demanda de los florecientes negocios privados).

“Estas normativas son las primeras regulaciones que se emiten en materia de precios y contabilidad, como parte del complejo camino hacia la unificación monetaria”, dijo la CEPAL en el Estudio Económico de América Latina 2014, divulgado el lunes en Chile.

Por ahora “continúa el proceso de unificación monetaria, aunque sin un cronograma conocido”, agregó.

– 25×1 las personas, 1×1 las empresas –

El peso convertible fue introducido en 1994 por Fidel Castro para estabilizar la moneda en medio de una aguda crisis económica tras el fin de la ayuda soviética. Se emplea en supermercados, diversas tiendas, gasolineras, hoteles y restaurantes privados y estatales, así como en la venta o alquiler de casas o autos. También en servicios privados de mecánicos, electricistas o plomeros.

Pero en la isla casi todos los trabajadores ganan sus salarios en pesos cubanos, que se usan para pagar los servicios públicos, comprar verduras y frutas, y los alimentos a precios subsidiados de la “libreta”.

Sólo los empleados de empresas extranjeras cobran salarios en CUC, aunque diversas entidades estatales pagan bonos por desempeño en esa moneda a sus trabajadores, en una isla donde el salario promedio equivale a 20 dólares al mes.

Ambas monedas son registradas con el mismo valor en los balances de las empresas estatales. Esto genera grandes distorsiones que desalientan las inversiones extranjeras mientras la isla busca capitales frescos para apuntalar su economía, que no despega tras seis años de lentas reformas.

La unificación “debió efectuarse mucho tiempo atrás”, declaró Joaquín Infante, dirigente de la Unión de Economistas de Cuba, citado por Granma.

“Podía haberse hecho hace mucho tiempo” para las personas, pero no así para las empresas, donde el proceso es más complejo, explicó a la AFP el economista cubano Pavel Vidal, de la Universidad Javeriana de Cali, Colombia.

“Eso es lo que los economistas llevamos tiempo intentando explicar”, agregó.

– “No habrán medidas de choque” –

Raúl Castro prometió que la unificación no tocará los bolsillos de los cubanos, aunque advirtió que “no significa la solución mágica a todos los problemas”.

“Se garantizarán los depósitos bancarios en divisas foráneas, pesos cubanos convertibles y pesos cubanos, así como el efectivo en poder de la población”, dijo ante el Parlamento.

En la misma sesión, Marino Murillo, encargado de las reformas, indicó que se trabaja en el “cronograma” y otras “tareas muy complejas” del proceso, pero descartó “medidas de choque” o un cambio “traumático”, asegurando que los cubanos conservarán su poder adquisitivo tras el “día cero”.