Messi, a un paso de regalar una épica futbolera a la Argentina que extraña

Messi, a un paso de regalar una épica futbolera a la Argentina que extraña

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Lionel Messi, el héroe de la Albiceleste que llegó a la final del Mundial Brasil-2014, tiene a un país entero esperando que el domingo les regale una épica futbolera para reafirmar que es un argentino con todas las letras, aunque creció en España y nunca jugó en el torneo local.

‘La Pulga’ mostró ser superdotado para el balón desde muy pequeño cuando jugaba en una cancha de su barrio de Rosario –ciudad a 300 km al norte de Buenos Aires donde nació el 24 de junio de 1987– para luego dar sus primeras señales de promesa en las inferiores del Club Newell’s Old Boys.





En 2001 su familia fue una de las tantas víctimas de la dramática crisis económica que sacudió a Argentina.

Su padre Jorge Messi, obrero metalúrgico, perdió el trabajo en aquella época donde mantenía a los cuatro hijos, al cuidado de su madre Celia, ama de casa y cada tanto empleada doméstica.

Con el despido, el padre perdió la cobertura médica social, lo que significó un golpe bajo para este clan angustiado por la enfermedad de crecimiento de ‘Lio’, cuyo tratamiento costaba unos 1.300 dólares al mes.

Fue así que los Messi decidieron emigrar a Barcelona, donde tenían un primo, pero también, donde quizás su hijo podría cumplir el sueño de probar suerte con uno de sus clubes favoritos: el FC Barcelona.

Messi vive desde los 12 años en Barcelona, donde el club de fútbol vio rápidamente sus virtudes y fue así que jamás pisó el campeonato profesional de Argentina.

El Barça le permitió brillar con la generación de Pep Guardiola y financió la cura de su enfermedad hasta el final de su desarrollo físico, coincidiendo con una maduración futbolística que lo puso en primera fila.

– ‘Milanesa napolitana’ –

Pero Messi “nunca, nunca perdió el acento ni sus costumbres que siguen siendo reargentinas”, dijo una amiga de toda la vida, Cintia Arellano.

Más de una vez la prensa deportiva argentina le reprochó a Messi que no rendía con la Albiceleste como con el Barca, y no faltaron comentarios de despecho por sus glorias en Europa.

Pero quienes lo conocen sostienen que no hay mayor ilusión para él que triunfar con la camiseta argentina.

“Es tan rosarino que a veces pareciera que nunca se fue”, indicó Arellano al apostar que sigue extrañando su plato favorito, milanesa napolitana, una especialidad típica de Argentina y Uruguay, de carne empanada que se hornea como una pizza, con salsa de tomate y queso mozzarella.

Luego de 13 años afuera –ya superó la cantidad de tiempo que vivió en su país natal–, Messi mantiene intacta la relación con sus amigos de la primaria en la Escuela No 66 Gral. Las Heras y del barrio donde vivió hasta partir.

“El domingo podemos tener una revolución hacia Messi porque es nuestra oportunidad como país de volver a ser campeones, pero también es su oportunidad para hacer algo tan épico como traer la copa ganada en Brasil”, dijo a la AFP Agustín Ruani, su amigo del grupo ‘Máquina 87’ de Newell’s donde jugaban desde pequeños.

Ruani fue uno de los cinco amigos que se escaparon unos días a Brasil la semana pasada y cuando Messi se enteró les pasó entradas para ver el encuentro Argentina-Suiza en octavos de final, contó el joven agradecido.

Su amigo, que trabaja en un autódromo, apuesta a que si la selección vence a Alemania el domingo, “Messi entrará a la historia del Olimpo del fútbol”.

“Esto lo pondría a la altura de Maradona o más arriba, porque si Argentina gana en Brasil es épica pura, sería otro Maracanazo”, dijo.

Ruani reveló que en estos días siguen conversando en la red social WhatsApp “y está muy tranquilo y al mismo tiempo consciente del momento crucial que vive”.

Walter Barrera y Diego Vallejos, otros amigos cercanos, consultados por la AFP, también expresaron sus deseos de victoria para el domingo pero por algo que va más allá del fútbol, por su amigo.

“Sería lindo para que Argentina vea que hizo algo grande por este país al nunca ha dejado de pertenecer”, cerró Barrera. AFP