Rafael De León: El Efecto Espectador

Rafael De León: El Efecto Espectador

thumbnailrafaeldeleonAntes que nada, quiero aclarar que no soy psicólogo, no tengo estudios de tipo alguno en esa área y tampoco soy sociólogo o periodista. Soy abogado y como tal, mi cerebro fue formado para cuestionar siempre la Ley y la autoridad, porque esa es la única manera de avanzar en el campo jurídico y lograr su adaptación a las demandas sociales. Sin embargo, mi crítica de hoy no es para el gobierno o alguna Ley. No es necesario criticar al gobierno porque en este país, todos sabemos quién es quién. Tampoco creo conveniente criticar leyes, porque eso es algo que todos los días se hace y no voy a redundar. Mi cuestionamiento es para nosotros, incluyéndome claro está. Me explico de la siguiente forma:

En marzo de 1964, Kitty Genovese fue apuñalada dos veces por la espalda frente a su casa en Queens, Nueva York. Winston Moseley, luego de haber atacado a la mujer, se percató de que un vecino había visto el hecho y huyó del lugar. Momentos más tarde, Moseley volvió al sitio y encontró a Kitty aun consciente, por lo que continuó apuñalándola repetidas veces, le robó 49 dólares y la dejó en el suelo. Todo transcurrió en espacio de 30 minutos más o menos. Días después, el 27 de marzo el New York Times reseñó que al menos 38 personas habían visto el hecho. Algunos testigos contaron como la mujer pedía ayuda a gritos, pero que a pesar de haber presenciado el asunto, prefirieron no verse involucrados.

No es una exageración lo que voy a decir, pero reacciones colectivas como esta las vemos a diario en Venezuela. Todos los días vemos como liceístas y estudiantes universitarios son golpeados, cacheteados, robamos, encarcelados, desnudados y humillados, y sin embargo muchos de nosotros preferimos llegar rápido a la casa para ver la novela.





Yo entiendo que todos tenemos una vida que vivir, tenemos trabajos y familia que atender, y también entiendo que no todos servimos para lanzar piedras en la calle, pero mi pregunta es sencilla: ¿Cómo es posible que el año pasado hayan matado a casi 25.000 venezolanos y todavía haya tanta gente que prefiera ir a comer carne los domingos?, ¿cómo puede ser que a nuestros muchachos los violen con fusiles en el ano y haya gente que encuentre más divertido hacer y publicar un remix de las declaraciones del pintoresco Ramos Allup en la mesa de “dialogo”?, ¿cómo es posible que mientras disparan bombas lacrimógenas dentro de las casa de nuestros vecinos, sin importar si hay personas mayores o infantes, muchos de nosotros encontramos jocoso pasarnos el remix de Ramos Allup por las redes sociales?, ¿Qué vaina es esa vale?. Yo les voy a decir una cosa y me perdonan la expresión: Es cierto que estamos jo…, pero no es precisamente por el gobierno.

La historia de Genovese ocasionó interés en el mundo de la psicología y estudiosos  comenzaron preguntarse a que se debió exactamente la apatía de los testigos frente al caso de Kitty. Se piensa, que la respuesta se debe a que frente a sucesos como estos el espectador se ve presionado por dos reglas que lo obligan a actuar de forma contradictoria. Por un lado, al ver el hecho siente la necesidad de ayudar, el sabe que debería hacerlo y siente vocación por ello. Sin embargo, por el otro lado ve que nadie hace nada y se siente forzado de alguna forma a seguir el comportamiento de los demás observadores.

En 1968 los psicólogos John Darley de la Universidad de Columbia y Bibb Latané de la Universidad de Nueva York fueron los primeros en explicar el efecto espectador como fenómeno psicológico. Luego de varios experimentos, llegaron a la conclusión de que ante una situación de emergencia, la respuesta de los que la presencian tardará más en llegar en la medida en que haya más espectadores. La explicación más simple es que mientras más gente esté presente, cada quién se va a abstener de hacer algo porque asume que otro lo hará. Se trata pues, de una difusión de la responsabilidad social pues cada quien al verse en un grupo numeroso se siente menos responsable.

Yo no vengo acá a decirle a nadie lo que tiene que hacer. Tampoco creo que esta sea la única explicación al comportamiento venezolano de hoy. Lo que si pienso, es que estamos mal si creemos que la MUD o los gringos nos van a salvar de ésta. Tenemos que dejar de esperar milagros divinos, mensajes de profetas o la bondad inesperada de algún político y hay que tener una actitud mucho más seria frente al conflicto que vivimos, cada quien desde su espacio de acción, pero más seria. Entendamos, como dijo Edmund Burke, que “Para que triunfe el mal, solo es necesario que los buenos no hagan nada”. Ahí se las dejo.

 

@RafaDeLeon