Luis Xavier Grisanti: El FMI y la desigualdad

Luis Xavier Grisanti: El FMI y la desigualdad

thumbnailcolaboradoresCon 20 años de atraso el Fondo Monetario Internacional ha descubierto que la desigualdad en la distribución del ingreso de las naciones es un obstáculo para el crecimiento económico sostenido. Desde la formulación del Consenso de Washington en 1990 (el cual suponía que el crecimiento, solo, corregía la desigualdad) la tesis reinante fue que la redistribución del ingreso por la vía de impuestos y transferencias gubernamentales perjudicaba el crecimiento económico.

Los economistas del FMI, J. D. Ostry, A. Berg, Ch. Tsangarides (2011 y 2014) han publicado estudios que demuestran que las economías con mayor desigualdad registran menor crecimiento; pero tan importante como ello es la duración de los lapsos de expansión, los cuales son también más cortos mientras más desigual sea la distribución del ingreso. La redistribución del ingreso reduce la desigualdad a la vez que estimula un crecimiento superior a largo plazo.

Con un coeficiente Gini de 50 América Latina exhibe una mayor desigualdad que Asia, que tiene uno de 40 (0 expresa perfecta igualdad y 100 que una sola persona recibe todo el ingreso nacional). Si Latinoamérica mejorara a 45 su índice, el crecimiento a largo plazo podría duplicarse (los países escandinavos son los que muestran los mejores índices Gini -Suecia 22 y Dinamarca 26, pero también Francia y Alemania con 28 y 30, respectivamente).

Los especialistas apuntan, no obstante, que la calidad de la redistribución (servicios públicos eficientes, educación y salud de alta calidad) incide en la obtención de los mejores índices de igualdad y advierten que redistribuciones masivas y compulsivas de la sociedad al Estado reducen el crecimiento a largo plazo de las economías.

@lxgrisanti