Michelle Obama genera polémica tras almorzar en restaurante tibetano

Michelle Obama genera polémica tras almorzar en restaurante tibetano

Michelle Obama-Tibet

La primera dama estadounidense, Michelle Obama, almorzó el miércoles en un restaurante tibetano en la provincia china de Sichuan, lo que provocó rumores sobre “intencionalidad política” en las activas redes sociales del país.

Obama, sus dos hijas y su madre visitaron la ciudad de Chengdu como parte de un viaje de una semana por China, donde ha tratado de promover la educación y reforzar los lazos culturales.





China ha criticado a la Casa Blanca por su apoyo al exiliado líder tibetano Dalai Lama, acusado por Pekín de ser un “lobo con piel de cordero” separatista.

Un alto funcionario del Gobierno de Estados Unidos que acompañó a Obama dijo que la primera dama simplemente quería conocer a los tibetanos en Chengdu.

“Los tibetanos son una minoría importante y hay una considerable comunidad tibetana en Sichuan”, afirmó el fin de semana pasado.

El restaurante fue elegido debido al interés de la primera dama en los derechos de las minorías en China, dijo un miembro del equipo de Obama, según reportes.

El presidente estadounidense, Barack Obama, se reunió con el Dalai Lama en febrero, un encuentro denunciado por Pekín por interferir en sus asuntos internos.

El presidente Obama dijo que no apoya la independencia tibetana de China y que el Dalai Lama siempre ha negado buscarla, indicó en su momento la Casa Blanca en un comunicado.

Los usuarios de internet vieron al almuerzo como un mensaje encubierto.

“Esto conlleva fuertes connotaciones políticas, que pretende comunicar que Estados Unidos presta mucha atención a la política en el Tibet”, escribió un usuario.

“Cuando es evidente que el objetivo es dar dictados a China, ¿todavía podemos decir que el viaje de la primera dama estadounidense es un viaje inocente?”, agregó.

Otro usuario dijo que es imposible no ver las implicaciones políticas: “Esto se hizo para que el pueblo chino lo viera y también para que lo viera el Congreso de Estados Unidos”.

Protestas contra lo que los tibetanos dicen que son políticas de mano dura para sofocar su cultura y su fe budista provocan periódicamente inmolaciones por parte de activistas. Casi la mitad de ellas ocurrieron en la provincia de Sichuan, al este del Tibet.

China niega el maltrato a los tibetanos y defiende que ha sacado a la provincia de la pobreza y ha extendido su autonomía considerablemente. Reuters