Acabarán con carrera diplomática al exigir ética socialista

Acabarán con carrera diplomática al exigir ética socialista

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Si la mayoría del Psuv en la Asamblea Nacional (AN), sanciona la Ley Especial del Estatuto del Personal del Servicio Exterior, tal como está redactada, se corre el riesgo de “acabar” con la carrera diplomática, puesto que se exigirá, entre otros aspectos, que los funcionarios tengan “ética socialista” y estén ligados ideológicamente al Gobierno.

La advertencia se hace en un documento elaborado por expertos de la Mesa de la Unidad (MUD), en relación con el proyecto de ley que ya fue
aprobado en primera discusión en el Parlamento.

“Se trata de un Proyecto de Ley muy mal redactado, con incoherencias y contradicciones, salpicado, en su exposición de motivos, con términos
cargados de retórica, extravagancia y parcialidad política. En cuanto a su contenido, uno de los objetivos fundamentales del Proyecto de Ley
es llevar a cabo la supresión de la carrera diplomática como hasta ahora se conocía, y desarrollar el modelo funcionarial instaurado por la reciente Ley Orgánica del Servicio Exterior”, advierte el escrito.





De paso, en la exposición de motivos se expresa textualmente: “El Proyecto de Ley Especial del Estatuto del Personal del Servicio Exterior en su Artículo 6 introduce un cambio significativo al establecer la ética socialista como uno de los principios orientadores de la función pública en el servicio exterior como actividad estratégica del Estado”.

Señalan los expertos de la MUD que el instrumento no aporta “claridad sobre cuáles son los funcionarios de carrera ni sobre las diferencias sustantivas entre éstos y los que no lo son. Los funcionarios de carrera quedan como una subespecie de funcionarios cuya verdadera relevancia estaría en entredicho por las incoherencias y vaguedades del Proyecto. Otra consideración general es que parece un proyecto con un claro interés político partidista, que concibe al servicio exterior como un brazo ejecutor de las políticas del gobierno/partido de turno, y no como una institución subordinada a los intereses superiores y más perdurables de la nación y el Estado”. También alertan acerca de “la tácita exigencia de afiliación por parte del aspirante y funcionario a una determinada ideología política, bajo la poca disimulada denominación de ‘ética socialista’, ajena no solo a la Constitución sino a la propia Ley Orgánica del Servicio Exterior, se erige en requisito de primera importancia. Esta exigencia rige indudablemente y de inmediato para el extenso elenco de cargos de libre nombramiento y remoción y para el número indeterminado de cargos de alto nivel y de confianza”, lo cual está expresado en los artículos 8 y 10 del proyecto de ley.

Diferencias odiosas

En el análisis, se destaca que la Ley establece “la diferenciación entre el servicio externo e interno, en sustitución de la distinción entre la carrera diplomática y la de otros funcionarios, es problemática. El Proyecto de Ley remite en lo esencial el marco jurídico de la relación laboral a una menguada carrera administrativa, desapareciendo la carrera diplomática, entendida ésta como un área especializada y diferenciada del servicio administrativo, con sus jerarquías determinadas por la Ley del Servicio Exterior de 2005”.

Debido a que el proyecto señala que los cargos del “servicio externo”, son de libre nombramiento y remoción, “la consecuencia es la politización absoluta y la desprofesionalización del servicio, puesto que dichos cargos podrán ser ejercidos por personas que cumplan únicamente la  condición de tener afinidad con la persona competente para efectuar el respectivo nombramiento. No exigiéndose una debida capacitación ni preparación, ni una carrera, y no estimulándose por tanto el desarrollo profesional”.