“Ronny”, escuchó. Lo llamaron por su nombre, volteó y recibió cuatro disparos que acabaron de inmediato con su vida. Ronny Antonio Semprún Uriana, de 27 años, salió hasta el frente de su casa para atender una llamada telefónica a las 8.00 de la noche del viernes. Mientras estaba distraído una voz extraña lo llamó, venía de un motorizado que junto a un acompañante gritaron su nombre para llevarlo a la muerte, reseña el diario La Verdad.
No hubo tiempo de nada para salvarlo. Diagonal a su casa, en la calle 46 con avenida 26 de Cujicito, hay un CDI, pero no llegó con vida al lugar. Las cuatro detonaciones fueron directo al cuerpo del hombre. Las dos primeras balas le perforaron su estómago, luego dispararon a las piernas de Semprún, que lo hicieron caer, y por último le dispararon en la cabeza. Los dos sospechosos partieron en ese momento del lugar.
Venganza
Lo mandaron a matar, esa es la seguridad que tienen los familiares de Semprún. El único sospechoso que ronda por la cabeza de los amigos y parientes es el esposo de Yoheidy Atencio, “una vecina que lo venía acosando desde hace tiempo. Esa mujer estaba obsesionada con él. Hasta llegó a hacerle brujería para que estuviera con ella”,contó María González, esposa del fallecido.